domingo, 17 de marzo de 2013 | By: Unknown

Cuestionario de un recuerdo

A lo largo de la vida hemos respondidos un gran número de cuestionarios, todos en algún momento contestamos uno de esos famosos test que vienen en una revista cualquiera y que evalúan que tan amigable eres o si el es el indicado, como si una serie de diez preguntas fuera a definir nuestra vida, pero para mí algo realmente importante es saber que valor le damos a aquellas cosas que "atesoramos en la memoria". 


¿Cuánto vale un recuerdo?
Qué valor le damos cuando lo desterramos a un rincón dentro de un cuarto olvidado,
cuando la única compañía que tiene es la fría humedad,
qué pasa por nuestra mente cuando abandonamos los juguetes que alegraron nuestros días y los condenamos a jugar con la soledad, 
qué causo que los adornos que colorearon tantas navidades fueran teñidos por el gris que pinta el abandono,
por qué la mesa de tareas que ns enseñó tantas lecciones ahora solo educa a sombras pasadas,
cómo es que las letras de los libros y cuadernos forman parte del polvo que es el rocío de una habitación que recordamos en la amnesia de la memoria, 
ahora los discos y casetes que cantaron tantas melodías forman parte de la trova del desdén,
desde cuando aquel tocadiscos se refugia en un escondrijo en el que ni el eco hace presencia,
cómo somos capaces de mostrar indiferencia ante los estuches que guardan los cadáveres de los casetes que alegraron tantas reuniones, reuniones que se han convertido en sombras difusas, 
desde cuando es posible que en una maceta florezcan las plantas que forman el diseño del jardín de la melancolía,
por qué las herramientas que repararon tantos defectos ahora trabajan para un obrero anónimo,
cuándo desterramos a los cojines que resguardaron nuestros sueños al igual que guerreros veteranos incapaces de librar una nueva batalla,
a partir de qué momento los zapatos que nos acompañaron en cada hazaña como colegas fieles se rebajaron a formar parte de la decoración, 
cuál fue el significado de aquellos momentos felices si los vestigios que dejaron ahora son defendidos por una enerve caja de cartón,
por qué una habitación que esta dentro de nuestro hogar se convirtió en una guarida extraña, tan extraña para nosotros que ni siquiera la visitamos.
Entonces, ¿qué valor le damos a un recuerdo?


Poeta zombie: Esdene E. Estrada


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