lunes, 11 de febrero de 2013 | By: Unknown

Una Vieja Magia y Carta para mis nietos(a)



Una Vieja Magia

Esa ex hacienda, esa ex hacienda que cada vez que la veo me produce un sentimiento de alegría y felicidad al saber que estoy cada vez más cerca de llegar a mi destino, el lugar de mis aventuras y de tristes y muy felices momentos para mí.
Ese gran y mágico espacio abandonado que me hace imaginar una interesante y libre vida abrazada por esas paredes viejas y por ese campo fresco y que nunca pasa de moda.
Esa incertidumbre que cada vez que paso por ese lugar invade mi mente despertando un desconcierto de por qué abandonar el lugar que cobijó tus sueños y esperanzas y siempre estuvo para ti en las buenas y en las malas.
A la vez siento desconfianza, qué fue lo que pasó para que esa casa quedara así, tal vez fue el mismo infierno para alguna persona.
Ese lugar mágico irá envejeciendo cada vez más, pues el tiempo no se apiadará de él, ni de mí.


Dianira Saucedo Martínez






Carta a mis Nietos(a)


Durango, Dgo., 7 de febrero del 2013

Queridos nietos(a):
Antes que nada quiero decirles que ustedes son muy especiales e importantes para mí.
Se le hará un poco extraño el que esta hoja tenga pedacitos de plantas, y pues sí, esto que ustedes ven aquí son pequeñísimos pedazos de grandes árboles y plantitas frescas las que un día me permitieron respirar y vivir muchos años, llenos de aventuras, felicidad y tristezas.
Los árboles eran grandes, verdes y frondosos, que perdían sus hojas en otoño y volvían a florecer en primavera.
Algunos nos daban frutos y todos nos brindaban oxígeno limpio. La flor más grande y blanca que ven aquí adornó alguna vez mi cabello y el árbol al que perteneció la hoja más grande, de él me alimenté.
Quiero pedirles una disculpa por no haber cuidado y protegido su actual hogar y que ahora sean ustedes los que tengan que pagar por ello.
Cuídense y cuiden su hogar, ahora está en sus manos, no cometan el mismo error que yo.
¡Sean felices y disfruten su vida!

Los quiere su abuelita.

Dianira Saucedo Martínez.










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