Hola querido
hijo de mis hijos quizá cuando tu veas esto yo ya no este por aquí, pero quiero
aprovechar en contarte de lugares
maravillosos llenos
de vida donde tu pudiste haber visto justo donde estas pisando. Si, ese frio y
desolado paisaje rodeado de desierto y ruinas una vez fue hogar de un largo bosque verde lleno de árboles
grandes que nosotros
nombramos pinos otros tan enormes que nos
acogían entre sus sombras, brindando su protección y paz entre
sus hermosas hojas verdes, lamento mi pequeña generación futura que tengas que esconderte del sol
abrumador y sofocante, cuando yo lo saludaba en las mañanas con alegría y sus
despedidas tan bellas esperando el siguiente día, te pido disculpas que corres
a todos lados por un poco de agua, tu que tienes días sin probar ni una gota,
ya no pescas y paseas por campos y jardines, ya no te deleitas con el sabor de una fresca y jugosa
fruta que tiene un
sabor tan dulce que ahora es codiciado por todos y es considerado néctar y
manjar para dioses, toda la destrucción que te rodea es culpa mía y de mi
generación irresponsable que exploto su tierra que no pensó en el futuro de sus
descendientes, de aquellos que vienen después de que yo, que no le tuvo piedad
a su hogar. Considera esta carta una disculpa y un
regalo que es lo
único que te puedo ofrecer de valor a ti que luchas sin armas por sobrevivir
cada día, ten cuidado ya que son tan frágiles como nosotros la más suave brisa podría romperla debes conservarla,
cuidarla porque quizá no encuentres otra igual muéstrale a tus hijos y diles
que es un tesoro para ustedes.
Ten encargo
mi petición nieto mío me despido de ti nos veremos en un futuro
Christian Maximiliano García
Pacheco
García Pacheco Christian Maximiliano (Carta a mi nieto)
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