Debo confesar que escribir de por sí ya me resulta un prorrateo (palabra acabada de sacar del diccionario al azar) bastante difícil, quiero decir que cuando la inspiración no fluye, nomas no fluye, qué podemos hacer. Pero a veces hay que atosigarla con un palito (ya saben lo molesto que puede ser eso) para que salga de su escondite. No digo que de esta obligación no salgan cosas buenas, solo que a veces no gustan tanto y uno decide llamarles despectivamente "sin clase". Estos son dos de mis poemas escritos durante los módulos de la clase "prácticas sociales del lenguaje". Ojalá que encuentren cualquier cosa (buena o mala) en ellos, pero que algo encuentren.
Sinceramente: (S)elene Reyes
Sabemos escribir
miradas como una aliteración de Vicente Huidobro
Sabemos recortar ojos como la vista,
Guardar iris como imágenes
Apagar imágenes como luces
Coleccionar luces como colores
Gastar colores como crayones
Exhibir crayones como dibujos
Colgar dibujos como arcoíris
Selene Reyes, enero
de 2013
Puertas cerradas
Todo es luz en el cuarto de trebejos
El aire de cada mañana desalojó la humedad
Hay una cama vieja y un sillón desagarrado
Un ropero cerrado y sin llave
Flores muertas que nunca estuvieron vivas y ahora duermen
bajo el polvo
Asustan los bebés de plástico con ropas de bebés reales
Juguetes que ya nadie quiere usar
La fotografía que ya nadie quiere ver del matrimonio de la hija mayor
Los cirios, el lazo y las arras de una boda en un marco
Mi padre en la pared,
mis tíos en la pared, mi bisabuelo en la pared
Hay ropa por montones, los ochentas se enmohecen en las
telas
Blusas enormes para cinturas diminutas, pantalones de talle
alto
Ropa de lana, ropa de cama, ropa de la tía Lupita
Regalos sin abrir
Las pertenencias del sobrino de mis abuelos que también era
su hijo
Todo el mundo entra, lo único que no hay en el cuarto de trebejos son misterios.
Ni la llave del ropero.
Selene Reyes, febrero
de 2013
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